Lo bonito del combate es la intensidad, el éxtasis, la adrenalina,...pero no se puede estar luchando contra tantos frentes. Solo somos dos soldados que quieren volver a casa. Tanto pelear me está matando. No se puede vivir siempre en guerra.
Y es que la guerra llega a ser adictiva, siempre da una razón para atrasar la confrontación con los propios miedos, con el regreso a casa y ver que ya no es hogar. O llegar y ver que sí y sentir todo el tiempo pérdido pidiéndote la cuenta de golpe.
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Y es que la guerra llega a ser adictiva, siempre da una razón para atrasar la confrontación con los propios miedos, con el regreso a casa y ver que ya no es hogar. O llegar y ver que sí y sentir todo el tiempo pérdido pidiéndote la cuenta de golpe.
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