Estúpido esfuerzo, vago e inútil, de querer cambiar una historia y darle un final feliz.
Estúpido destino, que se ríe de nosotros, que con nuestros cientos de planes para nosotros mismos, no nos damos cuenta de que el azar sólo tiene uno para cada uno.
Estupidez que se cuela, que nos llena y embriaga, estúpidez que nos ciega, y no hace creer que podemos echarla.
Estúpidez que se va, que te deja con errores, con promesas sin cumplir y con mil contradicciones.
Estupidez que se ríe, que llena la atmosfera de tonterías, estupidez que no riñe cuando te comportas como una niña.
Estúpidez que te pega como un cubo de agua fría, estúpidez que te hiela y la cabeza se queda fría.
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