sábado, 19 de junio de 2010


Venga, grita; sí, grita fuerte, muy fuerte, y tan alto como puedas. Grita hasta que te oiga todo el mundo y luego sigue gritando un rato más para que se enteren bien.
Que se enteren, de qué? Pues de que estás ahí y de que estás dispuesto a luchar por lo que quieres, a arriesgarte, a perder y a ganar...pero sobretodo que estás dispuesto a luchar.


Poco a poco crecemos y las cosas se van volviendo extrañas; no se trata sólo de caerse y levantarse. Crecer implica darse cuenta de muchas cosas, cosas que algunas veces no nos gustan y no nos gustaría ni saber. Pero ya está, has crecido y las sabes...qué vas a hacer ahora? En serio piensas que bastará con taparte los ojos o hacerte el sordo? El caso esque ya nada será lo mismo, porque aunque se te dé muy bien hacerte la de covas, lo sabes y punto.
Aparte de eso descubres partes del cuerpo de tus amigos que antes no conocías, como por ejemplo, la espalda. Sí, se van..se van y eso que nadie los ha echado, se van y te dejan solo y perdido. Y tu piensas "pues vaya mierda de amigos", y te das cuenta de que mamá tenía razón...amigos de verdad hay pocos.

Y no entiendes nada, porque de repente el tiempo comienza a pasar demasiado rápido como para poder asimilar todo lo que te pasa..y todo pierde un poco el sentido.
Luego te enamoras, el primer amor...ese que marca el molde del resto de tus relaciones maduras. Y sientes ese sentimiento que es completamente diferente a lo que creías y que te hace sentir eufórico, te hace decir cosas que tu juraste toda tu vida no decir, hacer cosas locas...y es precioso. Pero luego todo se complica, un problema, dos problemas y pronto se acumulan tantos que das todo por perdido. Además luego se va, se termina. Y comienzas a sentirte vacía, porque nada te llena, no de esa manera. Así que comienzas a buscar algo que de buenas a primeras te dé eso..pero no lo vas a encontrar, porque amar, enamorarse, lleva tiempo, implica muchas cosas; y tu eres impaciente y lo quieres todo ya.
Siguiendo con el resto de disguntos, males y demás traumas; tenemos a nuestras amiga "nada es lo que parece" y a la dura "realidad", esas dos que te hacen pisar fuerte con los pies en la tierra cuando tu comienzas a flotar doce centimetros por encima del suelo.

Y si, la vida comienza a ser aquel tumulto de planes que no se cumplen, promesas que se quedan en nada, te quieros al viento y un montón de cosas estúpidas y sin sentido.
Hacerse mayor es, en resumen, aceptar que la vida es un asco y asimilarlo.
Asi que, ya sabeis, a gritar...manifestemonos bajo el lema "No me pienso hacer mayor".

1 comentario:

L dijo...

me encanta tesoro, queda TAN poquito para vernos.
Te quiero(L)