lunes, 12 de septiembre de 2011

Era una noche fría, una noche fría de diciembre. El cielo era de un azul marino perfecto y las estrellas brillaban con la seguridad de años y años de experiencia. Unos tacones apretaron el paso por aquella calle perdida, dos cristales se empañaron por el vaho de una respiración entrecortada, y al mismo tiempo en un tercer piso un gato maulló.
Olivia agarraba su bufanda fuertemente con su mano izquierda e intenataba colocar su pelo mientras se ponía aquel gorro de lana. Un mechón de su pelo tostado se pegó al gloss de sus labios mientras que sus pestañas intentaban hacer nacer una brisa imaginaria.
Abrió el portal del parque y vió su silueta apollada en el muro del fondo, sonrió y caminó hacia él. Unos cuantos pasos bastaron para tenerle enfrente y una mirada directa cortó la circulación de su cerebro. Él la sonrió mientras separaba el mechón de sus labios y la besaba con pasión. Olivia pensó que ojalá hubiera sido un beso lento y melancólico, pero cuando abrió los ojos y volvió a mirarlo los ojos se le olvidó todo lo que estaba pensando.
Sacó por inercia un pitillo de la cajetilla que tenía guardada en su bolsillo derecho y lo encendió mientras se apollaba al lado de él en el muro.
-Odio que fumes.
-Todos tenemos vicios asquerosos- dijo con descaro Olivia mientras le guiñaba un ojo. Él no pudo evitar reír, sabía a que se refería y le encantaba que ella conociese sus partes más oscuras y no le importaran.
-Cuanto hace que no nos vemos? Tres meses?- susurró él intentando entablar conversación.
-Doce polvos, ni más ni menos.- sonrió ella.
-Todavía cuentas el tiempo en polvos?- rió Jonh
-Todavía cuentas el tiempo que hace que no me echas un polvo?- le sonrió cada vez más descarada, sabía que eso le gustaba, a él le encantaba jugar, siempre.
-Te he echado de menos en mi cama, eso es todo.
-Supongo que yo también. Aunque, sabes? No puedo evitar pensar lo mucho que me habría gustado oír esta última frase sin "en mi cama".- Olivia miró al suelo, decir eso había abierto una herida que creía curada.-Creo que me gustaría rozar tu piel con la yema de mi dedo y hacer que notaras cosquillas más allá de la superficie, me gustaría saber que además de asustar a otro, puedes asustarte. A veces me siento demasiado humana a tu lado.

7 comentarios:

Beruca dijo...

Wow! Simplemente Hermoso! :D
Un beso!

Anónimo dijo...

¡¡¡Vaya!!! ¡Es increíble! ¡Impactanteee! Me FASCINAAA. Es maravilloso. No puedes dejar de leer una vez que empiezas...

Attt: S@rond@-

Anónimo dijo...

2p

Unknown dijo...

Qué bonita la entrada sinceramente,pasaos por mi blog :D
http://perdidaenelpaisdelasmaravillas.blogspot.com/

Si el corazón pensara dejaría de latir dijo...

woow me encanta la entrada! es muy linda. Creo que quizás todos en algun momento de nuestra vida nos hacemos los "duros" y nos ponemos una coraza para que no nos hagan daño. intentamos disimular que nada nos afecta, y que ya el amor se fue. Pero en el fondo, sabemos que por mucho que queramos eso no es asi :( saludos^^

Laura dijo...

Me gusta, me gusta! :D gracias por pasar por mi blog, lo llevo en la patata!

Carolina dijo...

Me encanta tu manera de expresarte, escribes realmente bien :)
Tus entradas anteriores son igual de buenas que esta!
Un beso enorme.Te sigo.