sábado, 24 de agosto de 2013

A ver quién le dice al corazón que se olvide de las taquicardias.


(...)
-Has engordado, antes estabas más delgada
-Me encanta cuando me dices guarradas.
(...)


No te quiero, pero esto todavía es una carta de amor. 
Odio cuando vives en mentiras, cuando eres feliz por conformismo, odio cuando eres buena persona y te olvidas de ser tu mismo. Odio como me dices que en el fondo hay partes de ti que todavía me quieren, porque me confundes y no sé si estás siendo tu mismo o sólo intentas parecer bueno.

Y rezo para no verte porque sé que en vez de un beso te daría un puñetazo por no luchar un poco más, por no pelear por algo que de verdad te llene.
Cada día tienes más años, menos luces y al parecer el corazón más sano.


Antes moríamos de taquicardias. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que buenas las taquicardias; las que empiezan antes de verle y no terminan ni cuando ya se ha marchado.