Corro por las calles vacias de nuestra ciudad, pensando a cada paso en llegar y crecerme en tus brazos, en sentir el látido de tu corazón en mi oído...
El ambiente es frío y humedo, muy propio de enero, y huele a invierno.
Mi temperatura sube lentamente mientras corro y cuando llego a tu portal estoy completamente acalorada y con las mejillas rojas por el esfuerzo.
Entonces me abres la puerta del portal y yo entro.
Al llegar a las escaleras me saco los zapatos para no hacer ruido y subo lentamente mientras espero para ver tu sonrrisa y esos ojos tuyos que son como una obra de arte.
Al llegar a tu piso, te veo a ti en la puerta y tan solo tengo ganas de abrazarte, pero tengo que pasar e ir directamente a tu habitación. Tu cierras lentamente la puerta para no hacer ningún ruido y vienes a reunirte conmigo.
Me besas y todo comienza a darme igual. Te tumbas en tu cama y te tapas con la manta mientras sonrríes. Yo te imito y te abrazo mientras intento darte calor.
Poco a poco la temperatura sube, ya no hace frío, tenemos calor y yo estoy encima de tí.
Esa fue la noche que yo me di por entero a tí, la noche del 19 de enero.
Esa noche ha sido la mejor de mi vida, no por el hecho físico, sino porque eso era algo tuyo, muy tuyo y yo tenía que dartelo.
Eso te pertenecía, porque yo te amaba, porque eres la persona más maravillosa que existe y no habría ninguna otra con quien quisiera compartir ese momento.
A menudo pienso en la manera de expresar lo que llevo dentro, no puedo describir ese momento con palabras, simplemente lo tengo en la memoria como todas esas cosas bonitas que uno colecciona a lo largo de su vida.
Ahora mismo estoy sin palabras, no puedo hablar, me cuesta respirar, no veo y me duele la cabeza.... no sé que puedo decir, así que voy a guardar silencio.
LO SIENTO, SIENTO TODO....
El ambiente es frío y humedo, muy propio de enero, y huele a invierno.
Mi temperatura sube lentamente mientras corro y cuando llego a tu portal estoy completamente acalorada y con las mejillas rojas por el esfuerzo.
Entonces me abres la puerta del portal y yo entro.
Al llegar a las escaleras me saco los zapatos para no hacer ruido y subo lentamente mientras espero para ver tu sonrrisa y esos ojos tuyos que son como una obra de arte.
Al llegar a tu piso, te veo a ti en la puerta y tan solo tengo ganas de abrazarte, pero tengo que pasar e ir directamente a tu habitación. Tu cierras lentamente la puerta para no hacer ningún ruido y vienes a reunirte conmigo.
Me besas y todo comienza a darme igual. Te tumbas en tu cama y te tapas con la manta mientras sonrríes. Yo te imito y te abrazo mientras intento darte calor.
Poco a poco la temperatura sube, ya no hace frío, tenemos calor y yo estoy encima de tí.
Esa fue la noche que yo me di por entero a tí, la noche del 19 de enero.
Esa noche ha sido la mejor de mi vida, no por el hecho físico, sino porque eso era algo tuyo, muy tuyo y yo tenía que dartelo.
Eso te pertenecía, porque yo te amaba, porque eres la persona más maravillosa que existe y no habría ninguna otra con quien quisiera compartir ese momento.
A menudo pienso en la manera de expresar lo que llevo dentro, no puedo describir ese momento con palabras, simplemente lo tengo en la memoria como todas esas cosas bonitas que uno colecciona a lo largo de su vida.
Ahora mismo estoy sin palabras, no puedo hablar, me cuesta respirar, no veo y me duele la cabeza.... no sé que puedo decir, así que voy a guardar silencio.
LO SIENTO, SIENTO TODO....
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