viernes, 21 de mayo de 2010


Llegaron a aquel parque. Frente a ella sólo una basta extensión de campo verde y, al fondo, el mar. Posó la bolsa lentamente en el suelo y sin previo aviso, sin un por qué aparente, comenzó a correr de un modo estúpido, gritando, riendo, danzando.
Su pelo ondulado jugaba con el viento y su risa se convertía en música en contacto con el aire.
Entonces se quedo quieta, mirandole, con las manos en la cintura, medio agachada y sonriente.

-No esperarás una invitación?

él dejo la mochila en el suelo y dio unos pasos hacia delante. Ella lo agarró fuerte de la mano y comenzó a moverse de forma estúpida, dando vueltas, haciendo muecas...él río con ganas.
Luego ella comenzó a gritar cosas sin sentido, palabras al viento.

-Ahora tu-dijo
-Que digo?-preguntó él.
-Di lo primero que te venga a la mente, aunque no tenga sentido.-sonrío

Gritos, risas, piruetas...y luego ambos en el suelo, rodando, riendo, gozando de ese momento de infinita paz.


Ambos sentados el uno frente al otro, mirandose mientras sonríen.

-Te quiero dar algo.-dice ella
-Él que?
-Abre los ojos todo lo que puedas, graba este momento en tu memoria, la brisa, el sonido del mar batiendo contra el acantilado, el olor a campo recien cortado...-para para coger aire- y esto...
Se acerca lentamente, como pidiendo permiso, con la mirada risueña y lo besa lentamente en los labios. Luego se revuelve separandose de él.
-No quiero que digas nada-dice ella
-No pensaba decir nada-dice él



Qué fácil es regalar un trocito de cielo...

1 comentario:

L dijo...

Adoramos esos pedacitos de cielo...
Lástima que luego nos lo quiten sin avisar :(
LOVE♥