viernes, 1 de octubre de 2010


Era una noche clara y llena de magia de mediados de agosto. Acababa de llegar a la ciudad la Feria Medieval y la gente estaba enbriagada de ese espiritu de medievo.

Ella estaba en su habitación, tumbada en la cama boca arriba con la mirada perdida, pensando en...
"Toc-Toc"
- ¿Se puede?
-Sí, se puede mamá.-dice ella impasible sin moverse tan siquiera.
-Que haces cariño? Estudias las marcas del techo?
-No, mamá.-y se incorpora lentamente, volviendo a la vida real de nuevo.
-Vas a salir esta noche?
-Si, he quedado con las chicas para dar una vuelta por la feria medieval.-dice lentamente, sin prisa.
-Esta bien, yo y papá nos vamos a una cena. Procura llegar pronto.
Y la madre se va tranquila y orgullosa de su hija. Mientras ella vuelve a tumbarse lentamente en la cama y se sumerge de nuevo entre sus fantasías.
"Donde estás principe azul? Ah! ahí estás".


Mientras unas cuantas calles más allá, en la misma ciudad pero en un barrio distinto, Él bebe una caña rodeado de amigos.
Alegre, feliz, sonrriente y divertido comparte anécdotas con los suyos. De pronto.
-Por cierto Dani, hoy la he visto.
-A quién si se puede saber?- dice él pensativo. "¿Ver? ¿A quién?"
-A ella. Gabriella Pintonni. No te acuerdas? La conocimos el sábado pasado y tu dijiste que estabas completamente enamorado de ella.- y se ríe- Estabas super gracioso! Hasta recitaste un poema de Bequer de esos que nos mando aprender de memoria el año pasado la bruja de literatura- y rie de nuevo.
-Si, claro que me acuerdo.- dice pensativo, volviendo en su imaginación a besar aquellos labios. Entonces decide que no puede quedar como un idiota delante de todos. - Estaba buena, que no? Pero era un poco estrecha.
-Ya te digoooooooooo!
Todos ríen. "Uff!! Salvado por los pelos" Pero él ahora ya no piensa en eso. "Ella, ella que era preciosa, que tenía una risa contagiosa y unos ojos que eran como dos estrelas recien bajadas de cielo."
Y así suspirando, se queda nuestro Él.

Más tarde, en la Feria medieval.

Ella pasea con sus amigas. Divertida con sus pequeñas bromas. Comprando cosas y más cosas. Compartiendo bromas y cuchicheos.
Entonces se paran frente a un Bar medieval y le piden al camarero de los pantís que les sirva un cubata. Y así siguen... uno más, otro, el cuarto, uno de más.
Y ríen divertidas ante las estúpideces que sueltan por esa boca suya. Entonces ella se levanta.
-A donde vas Gabriella? -dice Paola riendo.
-Lo siento chicas, una urgencia muy grande. Me hago pisss- dice riendo.
Y luego todas estallan en carcajadas mientras ella corre chocandose con todos, casi sin ver lo que tiene delante. Demasiadas copas.
Entonces alguien le da un empujón y da vueltas y más vueltas sobre si mísma. Pierde el equilibrio y casi roza el suelo con la cabeza cuando unos brazos la salavn de caer.
Al principio no ve quien es y se debate, defendiendose con pies y manos.
- Suéltame!! Suéltame!!! Pervertido...bájame!!- y pelea.
Entonces la cara de él es iluminada por un foco y ella se queda quieta.


Él y sus amigos van bromeando mientras andan por la feria. Entonces él la ve, completamente desorientada.

Se acerca a ella, alguien la empuja y comienza a caer. Él la coge instintivamente en sus brazos.

Huele a alcohol, por lo tanto está borracha; así que la coge como a una princesa y intenta llevarla lejos.

Ella le pega e intenta liberarse mientras grita.

- Suéltame!! Suéltame!!! Pervertido...bájame!!-

Entonces ella se queda quieta, paralizada. Con una mueca entre avergonzada y divertida. Le parece tan sumamente sexy que teme no aguantarse las ganas que tiene de besarla. Así que decide hablar.

-Siempre tengo que venir yo a salvarte. Y casualmente siempre estás alcoholizada.-y sonríe, seguro.

-Lamento no haberte invitado a una copa, así yo podría decir lo mismo de ti.- y se ríe, divertida, de su propio chiste.

Está preciosa. Él sortea a la gente con ella en brazos mientras se dirigen hacia el puerto, más concretamente a una pequeña cala donde nunca hay nadie.

-A donde vamos?-grita ella- espera! Bájame! Ahí hay un bar, necesito hacer pis.- y se tapa la boca como si hubiera dicho algo prohibido.-anda baja! Prometo ser buena….- y ríe.

- Está bien! Pero yo te escolto, no vaya a ser que te metas en más lios.- y la acompaña al servicio.

Ella entra, hace pis y sale. Él la espera sonriente y la mira con dulzura cuando sale.



“Ya está! Listo! Bragas ariiba. Mmmm…Como estoy? Bien”

Y sale del baño, el la mirad divertido.

-Te divierte que haga pis?- y pone cara de enfadada

-Me divierte tu cara.- y sonrríe. Ambos sonríen.

Y salen divertidos del bar. Todos los miran. Ella piensa que quizás tenga el pelo mal, se toca. Bah! Da igual Esas cosas no importan cuando estás borracha.

Él va delante. Ella le para tocandole en el hombro, entonces el se gira.

-Podrías llevarme como antes? Estoycansada.- y pone cara de buena. Igual así cuela…

-Claro. Pon tu brazo aquí, Así….listo!- Y la lleva en brazos hasta la playa.

Allí la tumba en la arena.



Ella dulce y salada. Ella atrevida y sexy. Ella buena y mala, despierta y segura.

Ella que se acerca lentamente a sus labios, segura consciente. Y él que no puede apartarse, que se deja hacer…

Y toma su boca poco a poco, conquistando cada uno de sus rincones, haciéndose dueña de sus labios, de su lengua…de su corazón.

Y entonces se levanta divertida, y corre hacía la orilla del mar. Allí se quita la ropa rápidamente, pero de una manera sensual. Entra en el agua, salpicando y chapoteando mientras ríe a carcajadas

-Acompáñame! Esta muy buena! Casi tanto como yo- grita

Entonces él se deja ir de nuevo. Camina hacia la orilla y allí se desprende de su ropa, para luego entrar en el agua.

Allí, maravillas de la noche. Noche de luna llena, que deja verla en todo su esplendor. Ella, tan hermosa y difícil. Divertida y resuelta. Ella que se acerca, que lo besa nuevamente. Él, borracho de amor y de cosas no tan puras. Ella borracha de alcohol y divertida.

Y entonces el la aprieta fuerte, la atrae hacía él, aún más fuerte.

Y ella que se sube, que se deja, que pasa sus piernas alrededor de su cintura.

El y ella. Mágica noche.



Luego ella vuelve a casa y él se queda en la playa.

Él le escribe un mensaje. “suaves huellas dejaste en la arena”

Ella, en su cama. “PI-PI” mensaje. Lo lee y sonríe.

Y venga recuerdos, y más recuerdos. Él regresa a casa y ella duerme placidamente, ya segura en la suya.




LO TENÍA EN UN ANTIGUO BLOG...Y DECIDÍ RESCATARLO =)

3 comentarios:

Romina dijo...

me hizo soñar :)

L dijo...

Sigue pequeña.

Anita Rodríguez dijo...

Es, impresionante, incluso me hizo pensar que yo era Ella, eres increíble