Y pensar que tengo el corazón destrozado por culpa de una paja mental a destiempo, que me duelen los huesos de romperme tanto la cabeza pensando qué cojones hago ahora para sacarte de ella que no sea llorar porque me las busco y las encuentro.
Tengo ganas de gritarte por qué haces que te quiera, por qué eres así conmigo si luego no vas a quererme, de veras me lo pregunto segundo tras segundo sin encontrar la maldita respuesta.
No sé que quiero, claro que no sé que quiero ahora, pero lo sé si lo tengo delante, si me lo ponen enfrente, si me miras a los ojos y hablas de sentimientos. Supongo que siempre he sido muy fácil, al menos en eso de no saber estar quieta sin cruzar la raya, y más si me sonríes así, si me miras así, si me escuchas así.
Soy tan sincera que estoy siendo transparente, que desaparezco si me buscas, porque yo, corazón, me encuentro perdida buscándote a ti.
Que me das un beso por semáforo y entonces yo te susurro al oído que hoy mejor cogemos el camino largo, que no hay prisa, pero si ganas de devorarte con miradas inquietas, nerviosas, extrañas, mientras te oigo cantar como un loco canciones que hablan de amor mientras me miras.
Y que me gusta, me gustas  y ya necesito una sesión de "vente a mi casa a dormir que te voy a hacer el amor hasta mañana y vamos a desayunarnos el uno al otro".