Escribir el por qué de hombres que sólo buscan amor cuando las mujeres quieren sexo sería lo mismo que decirte al oído que antes todo era al revés o que quizás nos mintieron.
Un día, hace mucho mucho tiempo tuve los dedos hechos de letras que sólo querían que alguien las encontrase y pensara que eso era estar en casa, pero pasó el tiempo y los vicios y sólo quedamos tu y yo mirándonos a los ojos.
Quería ser tan normal para ti, quería parecer tan simple, que me olvide de que uno es lo que es y no lo que le gustaría ser, y que por mucho que me duela que se me quede todo dentro, cuando te escribo a ti parece que el mundo se llenara otra vez de letras y travesuras.
La historia de mi vida es la de amores imposibles que se desviven por permanecer en un tiempo en el que no se les quiere ni se les aprecia, un montón de peleas con el nombre de tíos que supieron hacer que me quedara callada; y cagadas, mi vida es un montón de no-debería-de-haberlo-hecho de los que no sé arrepentirme.
Vivir es sentirse así de libre y que me bailen los dedos sobre el teclado haciendo esto a lo que yo llamo existir. Y no, no sería vivir si no fuera a tu lado.

Eres el último.