miércoles, 10 de febrero de 2010

Frágiles historias de amor.


A veces me parece que hay días que duran más horas de lo que deberían. Si, muchas más horas, como si quisieran torturarte.
Llegas por la mañana al instituto, medio dormida porque llevas unos días que no duermes más de dos horas seguidas, intentas atender a clase porque nisiquiera te apetece hablar, notas como te pesan los párpados...y así aguantas hora tras hora, de mal humor.
Y por si eso fuera poco lo tienes a él ahí, y tú lo único que quieres es quitarlo de tu cabeza, pero esque mires donde mires...da igual que él nunca haya estado ahí contigo, tu recuerdas como lo recordabas o como mirabas por la ventana esperando que pasaran los minutos para verlo.
Y cuando por fín todo acaba, sales de allí, y sí, está él...y deseas acercarte, pero no sabrías que decirle, asi que te limitas a bajar la cabeza y casi correr para escapar de ese lugar. Y a 100 metros de él consigues respirar normal. Entonces te dices que no debes pensar, que eso no sirve de nada, que has elegido y ya está. Pero mientras caminas la angustía y el peso en el cuerpo te va torturando más. Y en algún momento todo se nubla y te das cuenta de que estás llorando, porque todo es tan injustamente dificil.
Y llegas a casa, comes sola, pensativa,dándole vueltas a la comida en el plato, pensando en que quedan cuatro días para san valentín, que quedan once para l día en el que haríais tres años...y comienzas a llorar de nuevo. Te comes un bocado más pero ya no te sabe, tiras la comida y te quedas allí, de pié. Y luego, de un lado para otro, estudiar, clase, más clase, exámenes...pero no estás allí, piensas en él, en la manera injusta en que todo sale mal. Piensas en lo que dijiste, que también fue muy injusto, porque le dijiste todo lo malo, pero no le dijdiste todo lo bueno...no le dijiste que por las noches te despiertas y te gustaría llamarlo sólo para oír su respiración, y es algo que él jamás entendió.Ni le dijiste que aunque odies sus cosas malas no puedes mas que admitir que es una de las pocas buenas de la tuya. Y lagrimas, más lagrimas, hasta que te cansas y te duermes. Y así un día, otro día... cuantos días más así quedan?


Harta ya de esta monotonía.

2 comentarios:

L dijo...

El tiempo se pasa tan lento cuando todo va mal...
Yo si que te quiero.
Tengo que preguntarte una cosita del blog vale?

L dijo...

No pasa nada cariño, ya tengo todo lo que necesitaba.
Te quiero :)