jueves, 16 de septiembre de 2010


A veces querer a alguien se convierte en algo semejante a respirar, no sabes cómo lo haces y no recuerdas haber vivido un sólo segundo sin hacerlo.
Esa persona se convierte en parte de tu día a día, de tu monotonía incluso en los días más raros y solitarios del año. Y de pronto comprendes que, realmente, da igual el tiempo que pases sin verla porque siempre será parte de tí y de todos y cada uno de los días que te quedan.
Compartir un segundo con alguien no tiene mérito, compartir tu vida y lo que eres, fuiste y serás con otra persona sí lo tiene. Nuestra historia es la historia de mi vida, porque ella ha estado ahí casi desde el comienzo, cada mísero e insignificante instante a mi lado.
Soy incapaz de describir con exactitud mis sentimientos, el inmenso amor que siento hacia ella, todas sus virtudes y lo bien que me hace sentir a su lado. Supongo que realmente despues de estos catorce años sobran muchas veces las palabras, incapaces de ser eficaces ante tal cúmulo de sensaciones, de recuerdos y de sentimientos.
Sólo sé que recuerdo cada segundo a su lado, cada pequeña historia, cada abrazo, cada secreto, cada sonrísa, cada conversación, cada enfado...y recuerdo lo mucho que me ha sorprendido en todos estes años.
Ella es sin duda esa persona que yo sé que no quiero y que no voy a perder jamás, porque si mi vida tiene algún sentido es estar a su lado, disfrutando juntas y enfadándonos a veces con el mundo porque no cumple nuestras expectativas.


Eres sin duda alguna la persona más importante para mí, la que más me importa. Eres fuerte incluso cuando te rindes, eres alegre incluso cuando lloras, eres inteligente incluso cuando te haces la tonta, eres buena persona incluso cuando intentas no serlo, eres cauta incluso cuando intentas actuar sin razón de ser, eres divertida incluso cuando no quieres serlo...sí, es cierto, no eres perfecta; bueno, para mí si lo eres.
Sé que a veces todo te parece sin sentido, sé que a veces tienes ganas de llorar, sé que a veces te sientes poca cosa, y que algunos días no quieres ver a nadie; sé que te gusatría una vida más fácil, sé que a veces las cosas cuestan, que algunas cosas no salen como deberían y que es mucho más fácil rendirte que luchar. Pero yo creo en tí, en todas tus facetas. Yo sé lo increible y maravillosa que eres, lo extremadamente necesaria que te haces...y espero que algún día te des cuenta y recuerdes: Que si tú quieres, tú puedes.

2 comentarios:

Romina dijo...

me recordo lo que siento por mi hermana, hermoso texto, lleno de sentimiento :)

L dijo...

Ojala alguien me escribiese algo semejante a esto para mí (:
Cuidaros.