Querido, entre los efectos del alcohol y los del amor creo que estoy perdida, porque a veces quiero beber de tus labios y otras beso el borde del vaso con desespero. Me agarro a los bolsillos de atrás de tu pantalón si no hay nada más a lo que atenerme y algunos días me gusta finjir que soy una persona normal y que se hacerlo todo como el resto. El caso es que no puedo finjirlo, al menos no tan bien como para que te lo creas...

Algunas mañanas meto el bote de colacao en el microondas a calentar, si es que desayuno...porque la comida antes de las diez sabes que sólo sé comerla si acabo de llegar de fiesta. Luego a la hora del almuerzo vierto el zumo de naranja en el plato, y eso que mamá siempre me riñe diciendome que no se come con zumo, que es como beber el vino de tetrabrick. Luego a la cena me tiro las pizzas encima mientras corro para no perderme la pelicula que estaba en anuncios, como siempre. Vivo con la cabeza en los pies, y los pies de vacaciones por extres de tanto rascarmelos dormida.
A veces pierdo calcetines mientras duermo...bueno, me los quito y me despierto agarrada a ellos con desespero. Y luego me levanto, pero si hace frío em cuesta mucho y si me despiertan me pongo de mal humor...soy todo manías.
El espejo que cubre toda la pared de mi habitación me sirve de compañía por las noches, esas en las que te escribo mensajes y me entra la paranoya y tengo que alumbrar la habitación con al luz del movil para comprobar que los mounstruos todavía están en el armario y que aún no se han dado cuenta de que las puertas son correderas, que por mucho que empujen...
Sé que algunos días resulta molesto que no quiera verte y que otros sea tan pesada que te agobio...pero sé que te gusta que algunos días no me apetezca ni hablar, porque hablar por hablar está muy bein a veces, pero otros días es cutre y no lo soporto.
Sabes que me gusta que me miren y eso que algunos días me cuelgo de la cuerda para cerrar el telón porque tanto publico me abruma. A veces pienso que mi vida es como la de un payaso, todos esperando que me tropiece porque esa es la gracia.
MIento más de lo que me gustaría, o al menos antes lo hacía...ahora lo hago sólo en casos extremos, porque es mucho más divertido decir las cosas como las pienso y ver esa cara que dice "eso sólo se piensa, no deberías decirlo en alto" y que luego se transforma en sorpresa al descubrir que no está del todo mal que por una vez no te besen el culo y te digan todo por quedar bien...como todos esos te quieros que son por obligación y a veces me gustaría vomitarles encima.
Sé que algunos días tengo cara de culo, pero tampoco soy ninguna belleza y a veces me siento guapa recien levantada aunque al llegar a clase me digan "joder laura, que mal te sientan los exámenes" y sepan que me da exactamente igual porque seguiré con esa sonrisa el resto del día que dice "hoy estoy feliz y tú no vas a arruinarlo".
También sé que lso días que llego de mal humor es horrible cruzarse en mi camino porque no me apetece ser agradable, sólo apollar la cabeza en la mesa entre clase y clase y que durante ellas me pidan por favor que duerma más. "Si duermo más hiberno" siempre es la respuesta y luego paula se ríe y a mi se me vuelven a cerrar los ojos.

Hoy no tengo ganas de escribir nada bonito....ni nada que te encienda la lucecita...sólo me apetece escribir y contarte una vez más lo que ya sabes y que me dices con desespero algunos días.

-Joder Laura, eres la tía más rara que existe. No entiendo cómo coño me puedes gustar tanto.
-Porque te saco de tus casillas, porque no logras entender por qué puta razón hago las cosas, porque algunos días hago las cosas mal y luego te pido perdón, porque cuando me miras a los ojos sabes que puede que me vaya algún día pero que te amaré para siempre...


Tendría que hablar de todo esto en pasado...pero no me acuerdo de ningún tipo de pretérito.