domingo, 17 de enero de 2016


Todos los poemas hablan de ella y cuando la conozcas entenderás por qué casi todos los huracanes tienen nombre de mujer. Pareciera una quimera atravesando cualquier bar, arrasando corazones cuando pintan bastos, copa en mano y espada en la mirada. Esa mirada inocente que nos calienta cuando viene el invierno.
Dédalo contruyó el laberinto de Creta pensando en su pelo por las mañanas, y quizás por eso a veces es un poco Ícaro y vuela demasiado cerca del sol.
Dicen que tiene un corazón de hielo, y yo estoy de acuerdo, no sabéis cómo quema y cómo se derrite en las manos correctas.
Joder, que nadie baila como ella su canción favorita, que cree en el amor porque se lo han hecho, que no es el pájaro en mano porque es el ciento volando conmigo. Que ella en otoño siempre ha sido primavera, que confunde estaciones y las retrasa sólo para mi.
Siempre sabe que decirme aunque muchas veces eso implique que no sean buenas palabras; pero a todos nos gustan sus palabrotas porque nos imaginamos lavarle la boca con jabón.
Musa y artista, hizo correr ríos de tinta mucho antes de que yo llegase. Ahora ríe y yo me corro, siempre en su piel, siempre con ella.
No la has visto apartar gente bailando, y es que a las chicas independientes y felices no les hace falta mucho más para hacerse un sitio en cualquier lugar que ellas elijan.
Nadie se enfada con ella tanto como lo hace ella misma, y nadie le aplaude tan fuerte como ella cuando gana la guerra y se convierte en ganadora de la sonrisa de todos.
Complicidad y ganas, todo lo es ella, todo lo abarca, todo lo llena, todo lo crea. Ha dejado más corazón en peleas que muchas personas que conozco en demostrar amor, y quién le lleva la contraria cuando sabes que cada grito será beso, orgasmo y final feliz.
Y si, ha luchado más por mi que yo mismo, ha peleado más batallas por mis sonrisas que por las suyas. Y por si eso fuera poco, por si ser así no mereciera ya todos los poemas del mundo, la he visto llorar a corazón descubierto con cada injusticia que no iba con ella. Y nadie, nadie, puede negarle el derecho a que todos los poemas hablen de ella.

2 comentarios:

Noelia dijo...

Y es que existen pocas personas como ella y que suerte que él lo haya sabido ver...

Imposible no enamorarse de tu forma de escribir por mucho tiempo que se pase fuera

Holden dijo...

La verdad es que es fenomenal como lo has contado, joder. ¿Quién no ha escrito algo que pueda verse reflejado en tu entrada?